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El sector asegurador crea un fondo de 37 millones para proteger a los sanitarios que se enfrentan al COVID-19

Las aseguradoras unen sus fuerzas para proteger al personal sanitario que lucha para contener el coronavirus en España. Un centenar de entidades ha aportado 37 millones de euros para constituir un fondo solidario.

Con este dinero la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA) suscribirá un seguro de vida colectivo que cubrirá el fallecimiento por causa directa del COVID-19 de quienes cuidan de la salud de todos los ciudadanos en la presente crisis sanitaria, así como un subsidio para los que resulten hospitalizados.

UNESPA representa a más de 200 entidades aseguradoras y reaseguradoras que reúnen aproximadamente el 98% del volumen de negocio asegurador en el mercado español.

Desde 1977, representa los intereses de sus asociados frente a todo tipo de organismos e instituciones nacionales e internacionales.

Los profesionales que contarán con esta protección serán los médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores y personal de ambulancias que forman parte del Sistema Nacional de Salud y se encuentren involucrados directamente en la lucha contra el coronavirus.

Estarán cubiertos tanto aquellos que trabajan en hospitales, clínicas y ambulatorios públicos, como los que lo hacen en centros del sector privado.

Este seguro colectivo también protegerá a los médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería y celadores que trabajan para residencias de mayores, ya sean públicas o privadas.

De acuerdo con las estimaciones realizadas, el seguro de vida y el subsidio por hospitalización dará cobertura a más de 700.000 personas en todo el país.

Constituye la mayor póliza colectiva de este tipo jamás suscrita en la historia de España para respaldar a quienes se encuentran en la primera línea de la lucha contra el COVID-19.

El capital asegurado en caso de fallecimiento por causa directa del COVID-19 asciende a 30.000 euros por persona. El dinero lo recibirán los herederos legales del asegurado.

El subsidio de hospitalización, entre tanto, conllevará el pago de 100 euros al día al sanitario enfermo siempre que su ingreso hospitalario supere los tres días y hasta un máximo de dos semanas.

Es decir, los pagos oscilarán entre los 400 y los 1.400 euros por persona.

La protección tendrá una vigencia de seis meses, a contar desde el inicio del estado de alarma. Es decir, se cubrirá a todas aquellas personas del colectivo asegurado que sean hospitalizadas o fallezcan a causa directa del coronavirus desde el pasado 14 de marzo hasta el próximo 13 de septiembre de 2020, ambos días incluidos.

La cobertura tiene, por lo tanto, carácter retroactivo.

Las más de 100 aseguradoras que se han comprometido a financiar esta póliza colectiva reúnen juntas una cuota de mercado del 78%.

Esta iniciativa sectorial se suma a los proyectos que, con carácter individual, han puesto en marcha los distintos grupos aseguradores en las últimas semanas.

 

LOS EXPERTOS, DIVIDIDOS ANTE LA MEDIDA

Javier López y García de la Serrana, presidente de Hispajuris y secretario general de la Asociación Española de Abogados especializados en Responsabilidad Civil y Seguro, reconoce que se siente «muy orgulloso de ser abogado de compañías de seguros. Ya sé que habrá quien diga que eso es calderilla para el sector, pero podían no haberlo hecho y sin embargo lo han hecho”.

«Aseguran a más de 700.000 profesionales, según el comunicado de Unespa, y entre ellos a mi mujer, nefróloga en el hospital público Virgen de las Nieves de Granada y a todos sus compañeros. Yo agradezco mucho el gesto, porque creo que se merecen cuanto se pueda hacer por ellos, tras estar dándolo todo a pesar de trabajar sin los medios de protección adecuados”.

Asimismo, apunta que “esta vez el sector asegurador ha estado a la altura de tan magnifica institución del derecho como es el seguro. Yo añadiría que la historia del seguro es sin duda la historia del avance de la autonomía personal, pues la finalidad de los seguros es prevenir contingencias”.

En su opinión, “un seguro se puede definir como un sistema que permite prever las consecuencias económicas de los hechos futuros e inciertos, cuya eventual realización teme la empresa o persona asegurada y, además, busca anular sus efectos”.

En resumen, se puede decir que los seguros constituyen un sistema de transferencia de riesgos. De hecho, es célebre la frase de Garrigues que lo define: “El seguro es el antídoto del riesgo”. «En España la cultura del seguro empieza a crearse, aunque todavía se encuentra muy lejos de los países desarrollados”.

Este experto recuerda que en otros países “un padre de familia invierte en seguros hasta un 7% de sus ingresos y una empresa pequeña adquiere la mayoría de los seguros que hay en el mercado. Pero todo llegará, pues cada día somos más conscientes del gran papel que desempeña el seguro en el sustento del llamado estado del bienestar, favoreciendo el desarrollo y cubriendo esa necesidad, que ha sentido el hombre desde la noche de los tiempos, de proveer para el futuro».

 

NO ES UN ESFUERZO PARA LAS ASEGURADORAS

Por su parte, Daniel Vosseler, abogado especializado en responsabilidad civil, señala que “para que lo podamos entender los pagos oscilaran entre los 400 y 1400 euros por persona. La aportación de cada aseguradora al fondo no supondrá, de hecho, prácticamente ningún esfuerzo, máxime si atendemos al volumen de negocio y los luctuosos beneficios que se esperan en esta anualidad”.

Vosseler indica que “siendo como es una buena iniciativa, dista mucho de ser lo filantrópica que parece. De un colectivo que factura más de 70 mil millones al año, sería deseable un mayor plus de generosidad. Aunque sin duda, toda ayuda es bienvenida”.

Este jurista aclara que “si tenemos en cuenta los seguros masa que en síntesis abarcan automóviles, accidentes decesos, vida, comercios, salud y entidades deportivas prácticamente en su totalidad, existe un cierre total de su actividad, por tanto, imagino la cara de felicidad de los actuarios al provisionar los resultados del presente ejercicio”.

“Por si alguien tuviera alguna duda adicional en cuanto a todo lo manifestado hasta este punto, solo basta mirar el nivel de cotización de las grandes aseguradoras que no solo no han perdido valor sino que lo están aumentando erigiéndose como uno de los valores más seguros del mercado financiero y es que lo son”, indica este experto.

Vosseler señala que “las compañías de seguros, en estos días de dolor, gozan de una estupenda salud y, posiblemente, serán uno de los sectores más beneficiados por esta crisis catastrófica. Lejos de tener una caída de ingresos, tendrán posiblemente resultados positivos récord”.

Al mismo tiempo revela que “para este sector, la crisis del coronavirus, aunque parezca mentira, en lugar de ser un caos, es una bendición. Las primas a cobrar por los seguros existentes no sufrirán ningún trasiego y los riesgos a cubrir, por el contrario, serán infinitamente menores o, sin más, no existirán”.

 

UN BUEN PRECEDENTE

Para Sergio García-Valle, abogado y presidente de la Sección de Responsabilidad Civil y Seguro en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, “se crea un magnífico precedente solidario por la patronal del seguro UNESPA”.

Este jurista destaca que “si se analizan las estadísticas de cómo está afectando al colectivo (sanitario) el virus del Covid 19, y según los datos del centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias se puede apreciar que hasta el día 6 de abril, habían fallecido 13 sanitarios y los contagiados de ese colectivo ascendían a 19.400, de los cuales solo un 10% había sido hospitalizado (1.900)”.

Sergio García-Valle, abogado y presidente de la Sección de Responsabilidad Civil y Seguro en el ICAM.

En su opinión estos datos, “lo que representan es una siniestralidad reducida y hacen prever que pueda existir sobrante de los 37 millones de euros aportados, por lo que es bueno también, que se haya decidido que el posible sobrante del fondo del seguro creado vaya destinado a ayudar a los afectados por el coronavirus, pero sería bueno que se concretara de qué modo”.

Este experto apunta, además, que la paralización de prácticamente la totalidad de la actividad industrial y el confinamiento ha contribuido a la «reducción del número de siniestros drásticamente», es el caso de los automóviles o responsabilidad civil donde la siniestralidad ha bajado notablemente.